CONSEJOS
Nuestros consejos de salud
Los mejores consejos de salud para tu día a día. Aquí encontrarás como mejorar tus rutinas, consejos y mucho más…

No engordar en Navidad
La Navidad suele suponer un reto para mantener nuestro peso a raya. Muchas veces ya nos avanzamos a las fiestas navideñas con las comidas o cenas de amigos y empresa, que son solo un preámbulo de lo que viene a continuación: comilonas abundantes, precedidas por picoteos tentadores y rematadas con turrones, barquillos y polvorones.
Ante tanto exceso, lograr mantener nuestro peso es difícil, pero hay diversas precauciones que podemos tomar para no poner unos quilos de más, sin la necesidad de renunciar a los principales banquetes.
Empieza el día haciendo ejercicio.
Hacer ejercicio aeróbico inmediatamente después de levantarnos nos ayuda a reducir el sedentarismo, pero además parece disminuir las ganas de ingerir alimentos, lo que ayuda a perder, o al menos a no ganar, peso.
Pésate dos veces a la semana.
Si te pesas dos veces a la semana durante las semanas previas a las Navidades y durante estas, podrás controlar si estás poniendo algún quilo de más.
Evita ir al banquete en ayunas.
No cometas el error de “reservar hambre” para las cenas, comiendo lo mínimo el resto del día, ya que si estás muy hambriento lo más probable es que acabes comiendo mucho más de lo que deberías.
Sé selectivo.
Dada la variedad y abundancia de los banquetes navideños, es evidente que si te lo comes absolutamente todo vas a engordar. Por ello es mejor seleccionar antes de empezar lo que no queremos perdernos. Lo mejor es centrarse en el plato principal, tomando menos del resto, y siendo muy cuidadosos con los entrantes y los postres, que son lo que, generalmente, tienen más calorías.
Limita el consumo de alcohol.
El alcohol es la mayor fuente de calorías, pero también son peligrosos los refrescos. Evitar el consumo de alcohol por completo es difícil, pero si no quieres engordar lo mejor es que vayas con cuidado y limites su consumo al máximo.
No prepares banquetes excesivamente abundantes.
Si eres el anfitrión, tienes la oportunidad de decidir tú el menú. No caigas en el error de que las comidas de Navidad tienen que ser a la fuerza súper abundantes. No todos los banquetes navideños tienen que hipercalóricos. Opta por empezar con unos entrantes a base de verduras o unos canapés, y como segundo, un guiso al horno.
Come despacio.
Concentrarse en comer despacio es la mejor manera de controlar lo que comemos. Si comes despacio, seguro que acabas comiendo menos.
No te lleves la fiambrera.
Es habitual repartirse entre los comensales lo que ha sobrado de la comida. Deja la fiambrera en casa. Si entras en el reparto, lo más probable es que al día siguiente vuelvas a comer demasiado.
Compensa los excesos.
Para mantener el peso, no es necesario renunciar a las comidas navideñas, pero sí debes compensarlas con una dieta ajustada en los días sin eventos. Es entonces cuando debes apostar por las verduras, las ensaladas y la carne y el pescado a la plancha.

Gripe, Resfriado y Covid
La llegada del otoño marca el inicio de la temporada de resfriados y gripes. Esta es una situación que se repite cada año, pero en esta ocasión supondrá un reto para los centros de salud, ya que deberá convivir con los casos de COVID-19. Los síntomas del resfriado, la gripe común y la COVID-19 son parecidos, pero hay algunas características que nos pueden ayudar a diferenciarlos. El resfriado es el que se distingue con mayor facilidad, dado que no cursa con fiebre y su sintomatología es más banal. Las personas con resfriado suelen presentar congestión y secreción nasal, dolor de garganta, tos y estornudos. La aparición y evolución de los síntomas es lenta y dura aproximadamente 10 días. Más complicado es diferenciar entre gripe y COVID-19, ya que existen síntomas coincidentes, como la fiebre, los dolores de cabeza, el cansancio y la tos. Los síntomas típicos de la gripe son fiebre, dolor general, fatiga, tos o escalofríos, y pueden acompañarse de dolores de cabeza. No suele provocar estornudos ni sensación de ahogo. Su duración oscila entre 7 y 14 días. Los síntomas típicos de la COVID-19 son tos seca, fiebre y cansancio. La disnea o sensación de ahogo es un síntoma común cuando la enfermedad se agrava, y es el más preocupante, ya que refleja la presencia de neumonía. No debemos confundir la disnea con la ansiedad que genera en algunas personas la situación de estrés que estamos viviendo. Una prueba muy básica que puede hacerse para descartar una causa pulmonar es coger aire hasta llenar el pulmón y vaciarlo: quienes tienen el pulmón sano lo podrán hacer, y sentirán alivio; los que tienen el pulmón enfermo, no. Otros síntomas de la COVID-19 son la pérdida de olfato y de sabor, el dolor de garganta, el dolor muscular y la diarrea. El empeoramiento brusco es también un indicador, ya que en la gripe la evolución es más constante. No suele provocar estornudos ni secreción nasal.

Cuidado de la piel y el cabello después de verano
El estado y la apariencia de nuestra piel son importantes para nuestra salud y nuestro bienestar general. Cuando la piel está sana y en buen estado, además de ser suave y de color homogéneo, es capaz de proteger a nuestro cuerpo de factores medioambientales nocivos como los agentes irritantes, los alérgenos y los microbios, y ejercer además funciones de regulación de la temperatura. Hay muchos factores, internos y externos, que afectan al estado de la piel y que influyen en su aspecto y en sus sensaciones. El verano es una época del año en la que nuestra piel y cabello se ven expuestos a muchas agresiones exteriores, entre ellas, los rayos del sol, el agua salada, y el cloro. La exposición al sol y al calor hacen que la piel pierda elasticidad y que el pelo se deshidrate. Por eso, después del verano es necesario proporcionar al cuerpo algunos cuidados especiales destinados a hidratar, refrescar y regenerar la piel y el cabello. Le señalamos a continuación algunos de los aspectos a los que debe prestar especial atención:
- Utilice un jabón y un champú adecuados. Para el cabello, utilice champús suaves, adaptados al tipo de piel. Para reparar el pelo dañado, es esencial utilizar a diario un champú con ingredientes reparadores que ayude a reconstruir la estructura capilar, y después aplicar una mascarilla nutritiva, que reestructurará en profundidad todo el largo del cabello y mejorará así su resistencia y flexibilidad. Para la piel, elija un gel neutro.
- Séquese bien los pliegues de la piel para evitar la humedad que favorece el crecimiento de gérmenes.
- Mantenga la piel hidratada, utilizando después de la ducha una buena crema hidratante con componentes “humectantes” que atraigan el agua dentro de la piel y con componentes de efecto oclusivo, que sirven de barrera, para impedir la pérdida de agua epidérmica. En zonas en las que la piel haya sufrido mayor agresión, utilice cosméticos específicos que contengan antioxidantes como la vitamina C y E.
- La exfoliación o ‘peeling’ acelera el proceso de renovación celular y libera a la piel de células muertas.
- Los ojos son una de las partes más delicadas de nuestro cuerpo y la zona del rostro con la piel más fina. Es por ello que hay que tratarlos con productos específicos que ayuden a rehidratarlos y a reforzar su barrera cutánea.
- Los labios también sufren mucho en verano debido al sol, al viento, el calor, la sal del mar, el cloro de las piscinas, etc. y se deterioran en exceso, ya que la capa o mucosa que les protege es extremadamente fina. Hay que repararlos cuanto antes para que vuelvan a recuperar su tersura, su humedad natural y desaparezcan esas molestas grietas e incluso pequeñas arruguitas a su alrededor. Para ello puede usarse un producto labial (crema o stick) y a ser posible con factor de protección solar.
- La alimentación juega también un papel importante en el mantenimiento de una piel y un cabello saludables. El agua favorece la hidratación y ayuda al organismo a eliminar las toxinas a través de la piel, y una dieta equilibrada proporciona nutrientes que favorecen la restauración de la piel y el cabello dañados. Para saber qué productos son más adecuados para usted, consulte a su farmacéutico

GOLPE DE CALOR
Todos esperamos la llegada del verano para poder disfrutar de la naturaleza o tomar el sol y bañarnos en playas y piscinas. Sin embargo, cuando el calor es muy intenso, pueden originarse situaciones de riesgo para nuestra salud. Las situaciones de mayor riesgo son:
- Temperaturas superiores a los 36 grados, mantenidas durante varios días seguidos, con noches muy calurosas sin apenas descenso de temperatura.
- Elevada humedad en el ambiente.
- Días sin viento que dificultan la ventilación.
- Viviendas muy calurosas, con poca ventilación.
- Realizar ejercicio físico o trabajos pesados, expuestos durante muchas horas a un exceso de calor.
¿Qué es un golpe de calor?
Para que el cuerpo humano funcione correctamente, debe mantener una temperatura corporal media cercana a los 36,8 ºC. Para mantener una temperatura adecuada, cuando hace mucho calor, el cuerpo se ve obligado a poner en marcha sus mecanismos de defensa para disipar el calor sobrante. El problema es que su capacidad para eliminar calor -a través de mecanismos como el sudor, que permite enfriar la piel- es limitada. Puede ocurrir entonces que la temperatura corporal se eleve por encima de lo normal, provocando un mal funcionamiento general de todos los sistemas del cuerpo.
Las personas que pueden verse más afectadas por el golpe de calor son los bebés, los ancianos, los enfermos crónicos, las personas con sobrepeso y los deportistas.
¿Cuáles son los síntomas?
En un primer momento, los síntomas más habituales son dolor de cabeza, mareos, náuseas y vómitos. Posteriormente, pueden aparecer otros síntomas, como calambres, elevación de la temperatura corporal (en 10-15 minutos puede subir hasta los 40º), convulsiones, e incluso alteración de la conciencia o desorientación.
¿Cómo prevenir un golpe de calor?
Para evitar un golpe de calor, es importante seguir cuatro consejos básicos:
- Mantener una correcta hidratación, bebiendo 2-3 litros de agua diarios.
- Realizar comidas ligeras y sin consumo de alcohol.
- Vestir ropa ligera y mantener los ambientes ventilados.
- No realizar actividades físicas en las horas de máximo calor.
¿Qué hacer ante un golpe de calor?
El golpe de calor es una situación de gravedad que requiere una intervención médica urgente. Sin embargo, si no es posible pedir ayuda o mientras esta llega, pueden tomarse algunas medidas:
- Llevar a la persona afectada a un lugar con sombra y lo más fresco posible.
- Colocarla en posición semisentada, con la cabeza levantada para favorecer la respiración y que pueda entrar aire.
- Tratar de reducir la temperatura corporal, quitándole algo de ropa, dándole aire con un abanico o un ventilador, y aplicando compresas de agua fría en la frente, la nuca, el cuello y otras partes del cuerpo.
- Darle a beber agua fresca a pequeños sorbos (no de golpe) para rehidratarse.
Fuentes: https://www.semfyc.es/wp-content/uploads/2016/07/Prevencion_efectos_calor.pdf; https://www.kernpharma.com/es/blog/el-golpe-de-calor-causas-y-prevencion; https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/prevencion-salud/insolacion.html

Dormir mejor
Los trastornos del sueño son muy habituales en la población, por lo que son muchas las personas que presentan problemas para conciliar el sueño o tienen períodos de sueño poco reparador. Sin embargo, la pandemia actual de COVID-19 ha empeorado o ha hecho aparecer en algunos casos los problemas de sueño. Para mejorar la calidad del sueño se pueden seguir los siguientes consejos, aunque debemos puntualizar que este proceso necesita cierto tiempo para obtener resultados.
Consejos para dormir mejor:
1-Rutina
Es importante mantener una rutina en la que se marquen claramente los horarios para comer, lavarse, vestirse y evidentemente dormir. Es conveniente marcar un tiempo para poder relajarse antes de acostarse.
2- La cama
No se debe utilizar la cama para trabajar (con el ordenador o la tableta). La cama debe reservarse para dormir y/o descansar.
3- Luz natural
La luz natural ayuda a regular el sueño, por lo que debería estar, al menos, 2 horas diarias expuesto a la luz natural.
4-Pantallas
Se debe evitar el uso de pantallas (tabletas, ordenadores, teléfonos móviles) al menos una hora antes de acostarse.
5- Siesta
Si se hace la siesta, debe ser máximo de 30 minutos siempre que ésta le genere bienestar. Si se despierta de la siesta con sensación de amodorramiento y con dificultad para reiniciar la actividad diaria, es recomendable no realizarla.
6- Alimentación
La alimentación es otro de los puntos a cuidar Una dieta sana ayuda a mejorar el sueño.
7- Actividad física
La actividad física regular tiene grandes beneficios no sólo para el sueño, sino a todos los niveles, por lo que debería realizarse algún tipo de ejercicio diariamente.
8- Técnicas de relajación
En algunas personas, las técnicas de relajación pueden ser útiles para mejorar el sueño. Si este es su caso, es recomendable que las incluya en la rutina diaria.
9- Noticias
No es recomendable la sobrecarga de noticias, especialmente si éstas son negativas, estresantes o que generen ansiedad. Mantenerse informado es útil, pero en la medida justa.
Infusiones y tisanas
Las infusiones y tisanas son remedios naturales que pueden ayudarle a dormir mejor. Las más habituales son las de valeriana, tila y manzanilla. Se pueden incluir en la rutina un poco antes de acostarse.
Si tiene problemas para dormir, o su sueño no es suficientemente reparador, no dude en pedir consejo a su farmacéutico.
Fonts: Sleep Foundation. Sleep Guidelines During the COVID 19 Pandemic. 2020
Dodson ER, Zee P C. Therapeutics for Circadian Rhythm Sleep Disorders. Sleep Med Clin. 2010 December; 5(4): 701 715.
Auger RR, Burgess H, Emens J.S, Deriy L.V, Thomas S.M, Sharkey K.M. Clinical Practice Guideline for the Treatment of Intrinsic Circadian Rhythm Sleep Wake Disorders. An Update for 2015. Clin Sleep Med 2015 ;11(10):1199 1236

Excesos Navideños
Aunque cada año nos hacemos el propósito de no cometer excesos en Navidad, nunca lo conseguimos; es misión imposible. Pero, ¿qué hacer para volver a la normalidad?
Tras los excesos de comidas navideñas, nuestro organismo suele quedar saturado de grasas, proteínas y calorías. Hay formas de depurarlo sin hacer dietas drásticas; se trata sólo de ponernos a punto.
Lo más importante, una dieta adecuada:
Durante un día o dos se puede realizar una dieta depurativa a base de caldo de verduras combinado con hidratos de carbono que compensen el exceso de grasa y proteína. Con esta dieta, se logra dar un reposo digestivo y metabólico a hígado, páncreas y estómago. No es una dieta para perder peso, sino que se logra no ganar o ganar muy poco, a pesar de los excesos gastronómicos de los últimos días.
Los expertos en nutrición desaconsejan que sólo tome fruta a lo largo de un día. Es mejor moderar las raciones y realizar una dieta correcta, pero que incluya hidratos de carbono para mantener los niveles suficientes de glucosa que necesita nuestro organismo.
Éstos son algunos consejos dietéticos que nos pueden ayudar a recuperar la normalidad:
Come frutas y verduras, si son frescas mejor. Te ayudarán a mantener una buena flora intestinal. El apio ayuda a limpiar el aparato digestivo y facilita la digestión de los hidratos de carbono. En el caso de las frutas, el limón funciona muy bien como desengrasante, ya que hace las comidas más digestivas, y la piña activa nuestro metabolismo y ayuda a eliminar grasas.
Pásate a las infusiones. Durante unos días intenta dejar de lado el café o reducir su consumo. Existen infusiones para todos los gustos y con múltiples propiedades.
Come más pescado y carnes ligeras, y busca las prendas más magras.
Bebe mucha agua. Hidratarse bien es fundamental.
Si te has pasado con el alcohol, es muy recomendable empezar el día con un buen zumo de frutas desintoxicantes (como el de tomate), ya media mañana ya media tarde, tomar zumos depurativos (de naranja, papaya o piña).
Los alimentos ricos en fibra también servirán para ayudarte en la evacuación, así como a “deshinchar” el vientre.
Las ensaladas crudas son ricas en enzimas que ayudarán a una mejor digestión.
El ejercicio también ayuda:
Pero no todo se soluciona haciendo una dieta sana. No hay que olvidarse de hacer ejercicio físico. Caminar una hora al día puede ser una buena manera, fácil y que no requiere mucho esfuerzo. Además, no tiene por qué ser seguida, puedes repartirlo en dos tandas de media hora. También puedes proponerte subir y bajar las escaleras a pie en lugar de tomar el ascensor. Todo esto te ayudará a mantener el cuerpo tonificado así como a mejorar la digestión.
Y si te animas, hay también numerosos ejercicios específicos para hacer en casa o en el gimnasio, para reducir la grasa en la barriga, en las cartucheras y en los glúteos.
Fonts: Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación; Fundación Española de la Nutrición

Cuidar el cabello en verano
Llega el verano y con él, el sol y los baños en el mar y en la piscina.
En general, cuando nos exponemos al sol, sabemos que es necesario proteger nuestra piel de los rayos solares, pero frecuentemente se nos olvida que el pelo también sufre con el sol, ya que los rayos ultravioletas afectan a la queratina, una de las principales proteínas del cabello y responsable del brillo y del color de nuestro pelo, provocando deshidratación, decoloración, sequedad y pérdida de brillo.
Por otra parte, el agua salada, así como el cloro y otras sustancias del agua de las piscinas, también afectan a las propiedades características del cabello y lo vuelven frágil y quebradizo.
¿Cómo podemos proteger el cabello?
- De la misma manera que seleccionamos ropa adecuada para protegernos del sol y el calor, también debemos utilizar una gorra o un pañuelo para cubrir el cabello.
- Además del fotoprotector para la piel, es recomendable utilizar un fotoprotector capilar adecuado. Hoy día existen en el mercado numerosos productos eficaces, como los protectores en espray, los champús con filtro solar o las mascarillas protectoras.
- Ducharse y enjuagarse el cabello después de cada baño es fundamental para eliminar todos los restos químicos del agua de la piscina, o el salitre del agua del mar.
- Es recomendable lavarse el pelo con el champú indicado por el dermatólogo y, si es necesario, utilizar una crema suavizante que contribuya a la hidratación.
- Es conveniente preparar el pelo para el verano con un peinado cómodo y un cabello más bien corto. Cortar las “puntas” antes de empezar las vacaciones ayuda a mantener la fibra capilar en buen estado, evitando que esté abierta o rota cuando nos expongamos al sol, lo que aceleraría la deshidratación del cabello.
- Es mejor no utilizar secadores y planchas, ya que contribuyen a estropear el cabello. Es preferible dejar que se seque al aire, después de haberlo lavado y acondicionado bien.
- Consulta a tu farmacéutico/a, que podrá aconsejarte sobre los mejores productos para tu cabello.
Fuentes: Fundación Piel Sana; https://www.capilarea.com/cuidar-tu-cabello-en-verano

La anemia ferropénica
Es la variante más frecuente de anemia, ya que afecta a un 2-5% de varones y mujeres adultos en los países desarrollados. La incidencia puede llegar al 10% en el caso de las mujeres en edad fértil.
La anemia se produce cuando la hemoglobina, componente principal de los glóbulos rojos, se encuentra en cantidades menores de lo normal. Las causas fundamentales son el sangrado gastrointestinal y, en las mujeres, las pérdidas de sangre por reglas abundantes.Durante el embarazo, es frecuente la aparición de anemia. De hecho, hasta un 80% de mujeres gestantes sin aporte suplementario de hierro tienen falta de hierro, especialmente a partir del segundo trimestre de embarazo.
Es muy raro que esta anemia se produzca por comer poco o mal (excepto en niños y mujeres embarazadas), pero puede aparecer en las personas que siguen una dieta vegetariana estricta.
Síntomas
Los síntomas que produce la anemia son, fundamentalmente, cansancio, palidez, irritabilidad, fragilidad y caída del cabello, fragilidad de las uñas, y llagas en los labios.
El tratamiento principal de la anemia ferropénica se basa en la administración de hierro, sea a través de la dieta o mediante administración oral de suplementos de hierro.
Hierro en la dieta
- El hierro contenido en alimentos de origen animal se absorbe mejor que el de origen vegetal. Por ello, es recomendable aumentar el aporte de carnes rojas, pescado y yema de huevo, además de legumbres, cereales y hortalizas.
- Es aconsejable acompañar las legumbres con alimentos ricos en vitamina C (tomate, pimiento) o con proteínas para favorecer la absorción de hierro. También se favorece la absorción de hierro en una ensalada si se acompaña de germinados.
- Conviene reducir el consumo de grasas: nata, chocolate, quesos grasos, carnes grasas, embutidos, bollería y repostería.
Suplementos de hierro
- Los medicamentos con hierro deben tomarse de forma constante y durante 3-4 meses por lo menos para curar la anemia y llenar los depósitos de hierro del organismo.
- El hierro es mejor tomarlo con el estómago vacío y, si es posible, acompañado de vitamina C (zumo de naranja). Si te produce molestias de estómago, tómalo con o después de las comidas.
- No lo tomes con leche ni con los medicamentos llamados antiácidos porque pasa menos cantidad a la sangre.
- El hierro produce heces de color negro, y también puede provocar estreñimiento.
Consulta con tu médico o tu farmacéutico. Ellos podrán aconsejarte lo mejor para ti.
Fuentes: -Guía práctica de salud Semfyc.
Carretero Colomer M. Tratamiento de la anemia ferropénica. Offarm. 2010; 29 (4): 76-7.

Alimentación y cerebro en la edad adulta
La salud depende de las pequeñas decisiones diarias, es decir del estilo de vida, y entre ellas, las que más relacionadas están con la salud son la alimentación y el ejercicio.
A medida que envejecemos, el cerebro se encoge y perdemos células cerebrales, lo cual puede afectar al aprendizaje y la memoria. La dieta mediterránea ha demostrado tener un efecto positivo en la salud cerebral.
La dieta mediterránea incluye tomar grandes cantidades de frutas, verdura, aceite de oliva, judías y granos de cereales, como trigo y arroz, cantidades moderadas de pescado, productos lácteos y vino, y una cantidad limitada de carne roja y de aves de corral. Aliméntate de forma equilibrada y sin excesos, siguiendo una dieta mediterránea.
A partir de los 65 años
Es imprescindible asegurar el adecuado consumo de agua. En este sentido, la lechuga es uno de los alimentos más ricos en agua. También hay que llevar una dieta rica en fibra debido a la disminución de la actividad física y la posible pérdida de funcionalidad del intestino.
Además, es importante favorecer la absorción de aquellos nutrientes que más déficit presentan en estas edades: alimentos ricos en hierro, en vitamina C, en calcio y vitamina D. Por ello, habría que incluir diariamente en la dieta, frutas, frutos secos, legumbres, cereales integrales y verduras.
Las vitaminas del grupo B son las que más influyen para que tanto el cerebro como todo el sistema nervioso funcione correctamente. Además de estas, también son importantes los minerales (como el magnesio) y los ácidos grasos insaturados. Algunos de los alimentos ricos en estos nutrientes son los frutos secos como anacardos, avena, almendras y piñones.
También se debe evitar el consumo excesivo de azúcar y de alcohol.
Para contribuir a una buena salud cerebral
Es necesario mantenerse físicamente activo, realizando diariamente ejercicio moderado, que además de fortalecer tu cuerpo, te ayudará a fortalecer las áreas cerebrales relacionadas con la memoria y el aprendizaje.
Los suplementos compuestos por vitaminas y minerales pueden ayudar a mejorar los niveles de estos cuando están disminuidos. Pide consejo a su farmacéutico.
Fuente: Sociedad Española de Nutrición

Beneficios de la fruta
Los alimentos, la dieta y la nutrición tienen un importante papel en el mantenimiento de la salud y en la prevención de muchas enfermedades, incluso antes del nacimiento, aunque a menudo no seamos conscientes de ello.
Los beneficios de la fruta son:
- Aportan variedad y cantidad de vitaminas y minerales, principalmente vitamina C (cítricos, frutas tropicales, melón y fresas).
- Aportan provitamina A en forma de betacarotenoides (melón, albaricoque, melocotón, nectarina, caqui, mango, níspero, frutas del bosque y en menor proporción, vitaminas del grupo B).
- Hidratan el organismo rápidamente.
- Ayudan al correcto funcionamiento del aparato digestivo.
- Facilitan el drenaje de líquidos porque son diuréticas y depuradoras del organismo
- Aportan fibras vegetales solubles.
- No aportan grasas.
Como parte de una dieta saludable baja en grasas, azúcares y sodio, la OMS recomienda consumir más de 400 gramos de frutas y verduras al día para mejorar la salud general y reducir el riesgo de determinadas enfermedades no transmisibles.
Fuente: OMS, Sociedad Española de Nutrición, zonahospitalaria.com

Botiquin de viaje
Las vacaciones ya están aquí y aunque es periodo para “desconectarse” de la rutina diaria, no debemos olvidar que pueden aparecer pequeños problemas médicos. Por ello, debemos preparar y llevarnos un botiquín de viaje.
-Cuál es el destino y la duración del viaje
-Si vas solo o acompañado, y en ese caso, ¿con niños y/o ancianos?
-Qué actividades físicas va a realizar
-A qué distancia estarás del centro médico más cercano
Los medicamentos que puedes necesitar llevarte, dependiendo del destino, son:
-Analgésico / antipirético para bajar la fiebre o calmar el dolor, por ej. ácido acetilsalicílico, paracetamol y/o ibuprofeno. Alguno se encuentra en formas masticables y facilita su ingestión en caso de no conseguir agua potable fácilmente.
-Antimaláricos.
-Pomada con corticoides, para las reacciones alérgicas de la piel.
-Antihistamínico, para tomar por boca, para reacciones alérgicas más generalizadas.
-Antidiarreico.
-Sobres de rehidratación oral (fórmula de la OMS, se venden en farmacias) para diarreas y vómitos fuertes.
-Algún antibiótico de amplio espectro, para infecciones (amoxicilina o ciprofloxacino).
-Medicamento contra el mareo, si vas a hacer traslados especiales.
-Gotas oculares emolientes.
-Descongestionante nasal.
-Pastillas potabilizadoras de agua y/o cuentagotas o frasquito con un poco de lejía alimentaria.
-Polvos de talco para evitar los hongos en las zonas de la piel más húmedas (axilas, pies…).
-Repelente de insectos, insecticida.
-Toallitas húmedas, o con colonia y/o pañuelos de papel para la limpieza extraordinaria de manos o utensilios, latas, etc.
-Preservativos para evitar enfermedades de transmisión sexual (entre otras el SIDA).
-Cremas de protección solar.
-Lo necesario para una cura de urgencia: gasas estériles; algodón hidrófilo; vendas de fijación elástica, tiritas, esparadrapo; tijeras de punta redonda y pinzas; agua oxigenada y alcohol 96º; toallitas antisépticas, Guantes de cura estériles; antiséptico.
No olvides llevar la tarjeta sanitaria individual y el documento de desplazados por si fuera necesario recibir asistencia médica en el lugar de vacaciones.
Además, no debes olvidar la medicación que utilizas habitualmente como la píldora anticonceptiva, las inyecciones de insulina (acuérdate también de llevar una nota de tu médico en la que se explique la necesidad de adquirir jeringas y agujas), el inhalador para el asma, unas gafas de repuesto y los líquidos para limpiar las lentes de contacto.
Consejos generales
Es recomendable llevar los medicamentos en el equipaje de mano para evitar el riesgo de pérdida durante el viaje. También se puede facturar un duplicado de los medicamentos para tenerlos asegurados en caso de pérdida o robo.
Procura llevar una cantidad sobrante de tu medicación habitual para poder hacer frente a un periodo largo por si surge cualquier eventualidad.
Recuerda que para cualquier duda o aclaración que necesites, puedes consultar con tu farmacéutico.
Fuente: Portal de salud de la Comunidad de Madrid; Guía de Prevención-Salud. Sanitas